La Casa San Martín de Porres ofrece cama, baño, comida caliente, acogida y acompañamiento durante la enfermedad. Un verdadero hogar donde la dignidad de la persona se sitúa en el centro.

Desde Selvas Amazónicas somos conscientes del gran esfuerzo individual y colectivo que todas las personas están realizando, desde todos los rincones del planeta, para responder al unísono ante la pandemia del coronavirus. Los esfuerzos de Selvas Amazónicas están especialmente enfocados esta navidad a responder al llamado del Papa Francisco y trabajar, más si cabe, por la construcción de una fraternidad universal y la defensa de la dignidad de las personas más vulnerables. Para ello, respondiendo a la necesidad de construir estructuras sociales alternativas que pongan la dignidad humana en el centro (FT nº168), esta navidad necesitamos vuestra colaboración y solidaridad para seguir sosteniendo el proyecto de la Casa San Martín de Porres. Así, junto a vosotros y vosotras, dignificaremos la vida de estas personas que requieren nuestra solidaridad.

Os agradecemos de antemano la cordial atención al clamor de nuestra gente que más necesitan.

CASA SAN MARTÍN DE PORRES: Hospitalidad, Calidez y Encuentro.

¿Qué es la Casa San Martín y cuál es su principal objetivo?

Es un espacio social de la Parroquia Ntra. Sra. del Rosario y Sto. Domingo, que funciona en la zona del Cordón (Av. Rivera 2273 casi Acevedo Díaz). Desde su fundación en el año 2001, busca ser una Casa de Acogida para personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y atravesando un tratamiento médico, la mayoría oncológico. Alojamos a mujeres, niños y niñas del interior del país con tratamientos en los hospitales de Montevideo, principalmente en el Hospital Pereira Rossell. Antes de la creación de la casa, muchas de estas pacientes tenían que dormir en los pasillos del hospital. Buscamos que cada huésped se sienta recibida personalmente y que encuentre en la Casa un espacio de acogida y sostén.Seguir leyendo...

¿Cuándo y cómo surgió?

La idea surge alrededor del año 2000 cuando se cierra uno de los lugares de intervención de la Pastoral Social de la Parroquia. Uno de los lugares claves de la zona parroquial era el Hospital Pereira Rossell. En varios recorridos, el grupo fundador encuentra a muchas personas durmiendo en los pasillos del este centro hospitalario, a la espera de las consultas y los tratamientos médicos. Esta situación se repetía cada día porque no tenían medios para buscar un lugar donde alojarse. El Párroco en ese momento era Fray Lucas del Valle op, quién con el compromiso y responsabilidad que lo caracterizaban, impulsó esta obra junto al grupo de laicos de la parroquia.

¿Qué tipo de personas se asisten allí? ¿Cuántas personas pasan por la Casa?

Madres y menores que provienen del interior del país, sin medios económicos suficientes para sufragar un alojamiento durante el periodo de tiempo que dura su tratamiento médico. La Casa dispone actualmente de 18 camas y está abierta las 24 horas del día durante todo el año, menos los domingos. El movimiento de huéspedes es constante, aunque muchas de las personas tienen que alojarse durante periodos largos debido a los tratamientos de quimioterapia. Es necesaria una comunicación fluida con los diferentes hospitales y completar los cupos de las camas semana a semana.

¿Por qué tiene sentido el proyecto? ¿Qué logros se han visto?

Este proyecto sigue siendo un apoyo clave para los hermanos y hermanas más pobres y vulnerables, en un momento delicado de salud y teniendo que enfrentar complejos tratamientos. La devolución de los pacientes es positiva y conmovedora. El poder ofrecer una cama para descansar, un baño digno para darse una ducha, un plato de comida calentito, un lugar en donde poder compartir lo que les pasa o un momento para distraerse, reír y disfrutar del encuentro hace para ellos la diferencia. La mística de hacer de la Casa un verdadero hogar, en donde cada huésped y su bienestar se pone en el centro, es nuestro mayor desvelo. Nos proponemos continuar el legado de los fundadores y en ese camino estamos.

¿Cuál es el presupuesto necesario para su sostenimiento?

8.000 euros